Dos estudios sobre intervenciones comunitarias y uno sobre la relación entre el consumo de patrones antibióticos contra la infección de orina y una mayor probabilidad de presentar mayor gravedad por COVID-19.
El ICS Camp de Tarragona ha obtenido tres Ayudas a la Investigación en las convocatorias PERIS del Departament de Salut, para proyectos de investigación, con el apoyo de la Unidad de Apoyo a la Investigación del IDIAP Jordi Gol y la Gerencia Territorial Camp de Tarragona.
La primera ayuda es para el proyecto «Diseño y evaluación de una plataforma interactiva de actividades comunitarias promovidas desde la atención primaria para fomentar la salud y el bienestar en una población de un área básica de salud, proyecto Com-mont». La investigadora principal es la enfermera de atención primaria del EAP Mont-roig del Camp Roser Pedret Llaberia. También forma parte del Grupo de Colaboración en Estilos de Vida, Nutrición y Tabaquismo (CENIT) del IDIAP Jordi Gol. El equipo investigador quiere diseñar una plataforma digital en salud donde interactuarán la población de Mont-Roig y sus entidades, e incorporará actividades comunitarias destinadas a mejorar la salud y el bienestar de esta población. El equipo investigador está formado por: Teresa Basora Gallisà, Cristina Rey Reñones, Eva Pérez González, Iris Baz Vallejo, Ariadna Franco Sanchez, Meritxell Fernandez Abai, Carmina Poblet Calaf, Ana Bocio Sanz, Daniel Ferrer-Vidal, Francisco Martín Lujan, Felipe Villalobos Martínez, Josep Basora Gallisà, Jordi Cartañà Benet, Agata Busceni.
Para saber si la plataforma mejora la salud y el bienestar de la población de Mont-Roig se quiere hacer un estudio, desde el liderazgo de la atención primaria, en el que se valorarán diferentes aspectos. Por una parte, se realizará un trabajo de campo donde los profesionales harán entrevistas y reuniones con grupos de población para conocer sus necesidades y podrán ser incluidas en la plataforma. Por otra, se evaluará el efecto del uso de la plataforma y el estado de la salud y el bienestar de las personas según los datos obtenidos por medio de cuestionarios de salud y bienestar, así como también se realizará el análisis de diferentes parámetros de salud que se encuentran en la historia clínica. Finalmente, se compararán los datos obtenidos antes y después del uso de la plataforma para ver si es efectiva.
La realización de este estudio servirá para diseñar y aplicar una plataforma digital en salud con el objetivo de realizar actividades comunitarias que respondan a las necesidades de la población, gracias a su implicación y participación. La efectividad de esta plataforma servirá para realizar actividades para toda la población con la pretensión de disminuir las desigualdades sociales entre diferentes grupos sociales dentro de la misma población. El proyecto se podrá extender a otras poblaciones de Cataluña.
La segunda ayuda es para el proyecto «Evaluación de la utilidad y factibilidad de una intervención psicoeducativa para prevenir el impacto psicológico negativo de la pandemia COVID-19 en profesionales sanitarios de atención primaria». El investigador principal es el médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del EAP Constantí, y del Grup de Salut Mental del IDIAP Jordi Gol, Enric Aragonés Benaiges. Equipo Investigador: Anna Berenguera Ossó, Concepció Rambla Vidal, Josep Basora Gallisà, Francisco Martín Luján, Ariadna Mas Casals, Sandra Rodoreda Noguerol, Meritxell Guitart Peces, Eva García Cots.
El objetivo de este proyecto es diseñar, implementar y evaluar una intervención psicoeducativa grupal orientada a prevenir las consecuencias negativas de la pandemia. Esta intervención está enmarcada en el Programa de Bienestar Emocional en la Atención Primaria, recientemente promovido por el Departament de Salut, y se llevará a cabo en todos los centros de atención primaria del Institut Català de la Salut.
La experiencia se llevará a cabo en condiciones reales con el propósito de evaluarla, no solo en términos de efectividad (para ello tal vez sería más adecuado un ensayo clínico controlado), sino especialmente en términos de factibilidad, utilidad y posibilidad de que esta intervención se integre en la práctica habitual de los CAP. Por este motivo se realizará un estudio pragmático con métodos mixtos: cuantitativos (cuestionarios y escalas estandarizadas) y con métodos de investigación cualitativa que permitirán explorar las percepciones, las valoraciones y las opiniones de todos los participantes en la experiencia (tanto de los psicólogos que la imparten como de los profesionales participantes) con todos sus matices. Los resultados deben permitir conocer la utilidad y la efectividad de la intervención y, sobre todo, modelarla y perfeccionarla en función de los resultados cuantitativos y cualitativos que se obtengan.
La tercera ayuda es para el proyecto «Manejo de las ITU en Cataluña: adecuación del manejo diagnóstico y terapéutico, factores predictores de complicaciones e impacto de las terapias supresoras en la gravedad de infecciones potencialmente graves: Estudio ITUCAT». La investigadora principal es la médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria del EAP Jaume I, y del Grupo de Enfermedades Infecciosas (GRIP) del IDIAP Jordi Gol, Ana Moragas Moreno. Equipo Investigador: Carles Llor Vilà, Silvia Fernández García, Maria Giner Soriano, Monica Monteagudo Zaragoza, Ana Garcia Sangenis, Federic Gomez Bertomeu.
Las infecciones de la vejiga y los riñones (infecciones urinarias) son frecuentes en la población adulta, principalmente entre las mujeres. Las infecciones que afectan solo la vejiga urinaria son las más frecuentes y suelen ser no complicadas. Cuando hay síntomas de infección urinaria es necesario dar antibióticos. La mayor parte de las veces se curan con la toma de una sola dosis de antibiótico, pero en ocasiones se deben dar pautas de tres o más días debido a la resistencia a los antibióticos clásicos.
Un porcentaje de las personas que padecen infecciones de la vejiga pueden complicarse con una infección del riñón, llamada pielonefritis. Esta infección debe tratarse durante al menos una semana y a veces requiere hospitalización. Hay un porcentaje de mujeres que padecen infecciones urinarias recurrentes, por lo que necesitan terapias más largas y frecuentes. A veces, los profesionales de la salud se ven obligados a prescribir una dosis diaria de antibióticos para evitar la aparición de recurrencias. Estos tratamientos preventivos, llamados supresores, suelen tomarse durante mucho tiempo seguido y el tiempo mínimo recomendado para tomarlos es de seis meses, pero pueden llegar a tomarse durante uno o dos años seguidos. Esto conlleva problemas para las personas que los toman, ya que los antibióticos afectan la flora bacteriana que tenemos en el cuerpo, especialmente en los intestinos, y se ha demostrado que el tratamiento está asociado con una mayor probabilidad de presentar efectos secundarios, un aumento de las resistencias a los antibióticos y una mayor probabilidad de presentar otras enfermedades.
En un estudio del grupo se ha observado que tomar más pautas antibióticas se correlaciona con una mayor probabilidad de presentar mayor gravedad por COVID-19 y que cuanto más pautas antibióticas se toman para las infecciones urinarias, mayor es la probabilidad de presentar otras complicaciones infecciosas.
Por lo tanto, este proyecto, que se llevará a cabo con la utilización de una base de datos en salud llamada SIDIAP, con las historias clínicas de casi 6 millones de personas, en Cataluña, pretende saber el grado de idoneidad del tratamiento antibiótico en las diferentes infecciones urinarias y de la solicitud de urocultivos y observar si actualmente se hace según las recomendaciones existentes. También se quiere conocer el porcentaje de personas con infecciones urinarias recurrentes que se tratan con terapias supresoras, y durante cuánto tiempo, y conocer la asociación entre pautas supresoras y volumen de antibióticos tomados con la incidencia y gravedad de infecciones potencialmente graves. Finalmente, se quieren identificar los factores asociados a las infecciones de la vejiga que se complican y se convierten en pielonefritis.