El Instituto Universitario de Investigación en Atención Primaria Jordi Gol (IDIAPJGol) comprobará si una intervención nutricional que mejore el cumplimiento de la dieta mediterránea puede prevenir el deterioro pulmonar de los fumadores sin enfermedad respiratoria previa. Para ello, el Grupo Colaborativo en Estilos de Vida, Nutrición y Tabaco (CENIT) del IDIAPJGol ha puesto en marcha el ensayo clínico MEDISTAR (Mediterranean Diet and Smoking in Tarragona) en el que participan 20 centros de atención primaria de Tarragona.

El análisis de los primeros datos obtenidos confirma que un mayor cumplimiento de la dieta mediterránea se asocia con una mejor función pulmonar, especialmente el consumo de frutos secos y huevos. Por el contrario, un bajo cumplimiento de este estilo dietético se relaciona con más alteraciones en la función pulmonar, sobre todo el consumo elevado de carne roja y carne procesada.

«Tenemos presente que la principal causa de las enfermedades respiratorias en la población fumadora es el tabaco y, por tanto, la estrategia principal de prevención en estas patologías y, en general, en salud es la lucha contra el tabaco. Pero en la salud pulmonar también hay otros factores sobre los que debemos intervenir y uno de ellos es qué comemos», explica Francisco Martín Luján, coordinador del Grupo Colaborativo en Estilos de Vida, Nutrición y Tabaco (CENIT) del IDIAPJGol.

Ensayo clínico MEDISTAR

En el ensayo participan aproximadamente unos 550 fumadores activos sin enfermedad respiratoria previa, de entre 25 y 75 años, que son visitados en los diferentes centros de atención primaria de Tarragona incluidos en la intervención, que comenzó en octubre de 2017. Los participantes han sido asignados aleatoriamente al Grupo de Control o al Grupo de Intervención y se les ha realizado una entrevista inicial y una evaluación clínica. Todos ellos también han recibido consejo para dejar de fumar. El grado de cumplimiento de la dieta mediterránea se calculará mediante un cuestionario validado y los parámetros de función pulmonar se valorarán mediante espirometría.

Los fumadores del Grupo de Intervención participan en un programa nutricional para aumentar el cumplimiento de la dieta mediterránea durante dos años. Esta intervención consiste en una visita anual de educación en nutrición personalizada, contacto telefónico anual de refuerzo a los 18 y 30 meses y acceso a un blog sobre nutrición diseñado específicamente para el proyecto. El Grupo de Control seguirá su dieta habitual. Una vez finalizada la intervención se comparará la información obtenida de ambos grupos.

«La nutrición y los hábitos dietéticos son factores reconocidos en el desarrollo, progresión y prevención de patologías crónicas como el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. La dieta mediterránea, que se caracteriza por el consumo de alimentos como legumbres, verduras, frutas, pescado azul, aceite de oliva y frutos secos, se ha asociado con una reducción de eventos cardiovasculares y mortalidad por cualquier causa; por lo tanto, desde hace años se recomienda en la prevención cardiovascular. El impacto de este patrón en la prevención de las enfermedades respiratorias aún no está bien establecido, aunque algunos alimentos han demostrado tener beneficios sobre la función pulmonar y los estudios observacionales que hemos realizado indican que puede tener un efecto protector en la salud respiratoria», argumenta Francisco Martín Luján del IDIAPJGol.

El primer análisis de datos: resultados iniciales

Se ha realizado un análisis inicial basado en la información obtenida en la primera visita, realizada a 177 participantes del ensayo clínico, sobre datos sociodemográficos, estilo de vida, antecedentes patológicos, parámetros clínicos y analíticos, y medidas antropométricas (peso, altura, índice de masa corporal [IMC], circunferencia de la cintura [CC]), así como sobre los valores obtenidos en la evaluación de la función pulmonar y la medida del grado de cumplimiento de la dieta mediterránea.

La muestra se ha dividido en tres grupos, según el cumplimiento de la dieta mediterránea (alto [70], medio [59] y bajo [48]), y se ha comprobado que esta dieta se asocia en general a una mejor salud pulmonar. Los participantes del grupo de bajo cumplimiento tienen más alteraciones pulmonares (60,4%) que los del grupo de cumplimiento medio (22%) y alto (5,7%). Se observan, especialmente, mejores valores de función pulmonar relacionados con el consumo de frutos secos y huevos, y más alteraciones asociadas con el consumo elevado de carne roja y procesada.

El análisis también muestra una relación significativa entre un mayor cumplimiento de la dieta mediterránea y un menor IMC; por lo tanto, un menor sobrepeso y obesidad, factores que también están relacionados negativamente con la salud respiratoria.

«Estos resultados preliminares están en sintonía con resultados de otros estudios realizados que ya hablan de los posibles efectos de la dieta mediterránea en la prevención respiratoria y nos llevan a pensar que una intervención nutricional en este grupo de población de riesgo puede tener efectos positivos en la prevención de problemas respiratorios», comenta Patricia Salamanca, autora de este estudio inicial. «El ensayo clínico MEDISTAR permitirá, precisamente, contrastar estos resultados y los obtenidos en estudios anteriores, y evaluar si el consejo sobre el cambio de hábitos alimentarios puede ser eficaz para preservar la función pulmonar, junto con el consejo fundamental de dejar de fumar en la práctica clínica, y validar la aplicación de esta intervención de forma generalizada en las consultas de atención primaria«, añade Francisco Martín Luján, coordinador del Grupo CENIT del IDIAPJGol.