El objetivo es realizar unos 30 talleres de formación en RCP a unas 500 personas, en total. Después, se pretende hacer 137 simulaciones; en 67 ocasiones la alerta será enviada a los voluntarios más cercanos (500 m) y en el Centro de Urgencias de Atención Primaria (CUAP) y en el resto de casos la alerta únicamente se enviará al CUAP (situado al CAP Sant Pere). Se espera que el tiempo de inicio de las maniobras de RCP sea menor en el grupo donde hay la red de voluntarios, en comparación con el grupo en que sólo se envía el alerta al CUAP.
En este estudio de investigación participan: profesionales de medicina especialistas en atención primaria, en medicina interna, en medicina preventiva y salud pública, profesionales de enfermería y de ingeniería informática, tanto de la atención primaria del ICS como del Hospital San Joan de Reus. Se trata de un estudio pionero que puede ser de gran interés, dado que la muerte repentina por parada cardiorespiratoria provoca, al Estado español, más de 30.000 muertos anuales. Muchas de estas muertes se producen a la vía pública en presencia otras personas.
Es importante la activación de la cadena de supervivencia lo más rápido posible porque el RCP precoz y efectiva disminuya la morbimortalitat. Estudios previos han mostrado que el inicio inmediato del RCP puede duplicar o triplicar la supervivencia. Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la posibilidad de supervivencia entre un 10 y un 12 %.
Una experiencia en Estocolmo mostró que la utilización de telefonía móvil permitía activar una alerta y enviarla a los servicios de emergencia médica y a una red de voluntarios reanimadores. Esta experiencia redujo el tiempo de inicio de las maniobras de RCP en 2 minutos y 20 segundos. En el 51,1 % de los casos el RCP se inició antes de la llegada de los servicios de emergencia médica, cosa que hizo que la supervivencia fuera significativamente mayor.