- Profesionales de la salud, periodistas y activistas reflexionan sobre el poder del lenguaje en la construcción de la mirada colectiva sobre la salud mental
La manera en que nos expresamos, cómo nos referimos a determinados colectivos o cómo explicamos realidades complejas como la salud mental influye directamente en la percepción social que tenemos de ellas. En este contexto, un grupo de profesionales y activistas de distintos ámbitos se reunió el miércoles 29 en la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de Reus (URV) para reflexionar y dialogar sobre cómo abordamos la comunicación y el lenguaje en torno a la salud mental en diferentes ámbitos.
La mesa redonda “¿Cómo hablamos de la salud mental? Enfoque comunicativo y lenguaje en salud mental” contó con las intervenciones de Mireia Garcia-Villarrubia Muñoz, médica de familia del CAP Sant Pere y referente de salud comunitaria; y Enric Aragonès Benaiges, médico de familia en el CAP Constantí (ICS), investigador y director del grupo de investigación en salud mental y atención primaria del IDIAP Jordi Gol, y miembro del Consejo Asesor de Salud Mental del Departamento de Salud. También participaron Ariadna Rogero Arrufat, responsable de Medios y Activismo de Obertament; Carina Miras, activista en salud mental; Laura Recha, directora de Aspercamp y familiar de una persona con Trastorno del Espectro Autista; y Esteve Giralt Torras, corresponsal de RAC1 y La Vanguardia en Tarragona, y presidente del Colegio de Periodistas de Cataluña en la demarcación.
El objetivo fue poner en común experiencias y puntos de vista para identificar los avances en la comunicación sobre salud mental y, al mismo tiempo, señalar los retos que aún quedan por afrontar para construir un discurso más justo, empático y transformador.
En el ámbito de la salud, y concretamente en las consultas de atención primaria, la especialista en medicina de familia Mireia Garcia-Villarrubia invitó a huir de actitudes paternalistas en la consulta “pensando que nosotros tenemos la solución a sus problemas y dejando que los pacientes nos expliquen su relato”. “Debemos escuchar más y dar palabras”, añadió.
También se abordó la problemática del tiempo, de la inmediatez y de la presión por los resultados, así como la falta de tiempo para dedicar a las personas, algo que se refleja tanto en las consultas de atención primaria como en los medios de comunicación, reconocía Esteve Giralt: “El contexto social y mediático está en las antípodas de un tratamiento pausado y profundo de cualquier tema, y la salud mental es un tema muy complejo y desconocido que requiere que se hable desde muchos puntos de vista, con muchas fuentes y en profundidad”.
El periodista de La Vanguardia y RAC1 explicó que, a principios de siglo, “el código deontológico decía que no se debía hablar del suicidio; incluso en la facultad de periodismo se defendía esta postura”. “Actualmente, hay una toma de conciencia y desde el Colegio de Periodistas estamos revisando el código deontológico sobre el abordaje del suicidio”, afirmó.
Enric Aragonès coincidió en que “hay más conciencia de las limitaciones” en las personas, pero que los médicos de familia “nos encontramos entre dos aguas”. Por un lado, “cada vez vemos más personas que sufren por diferentes motivos, pero ante este sufrimiento tenemos la tentación de poner un nombre, una etiqueta, un diagnóstico”. Según Aragonès, “hay más conciencia, pero cada vez se etiqueta más, también desde el sistema sanitario, y los médicos estamos en medio intentando encontrar el equilibrio”, reconoció. Este hecho, añadió, “a veces tiene un efecto contraproducente: se da un diagnóstico y un tratamiento a la persona que sufre, y se desenfoca el contexto que la rodea —familia, trabajo, amigos, etc.—”.
Por su parte, Ariadna Rogero habló de un cambio de paradigma y afirmó que “reconocer que uno está mal es reconocer las vulnerabilidades, no la debilidad”. También señaló algunas de las reacciones que la sociedad tiene ante las personas con problemas de salud mental, como la estigmatización o la banalización de estos problemas.
La asociación Obertament presentó la guía “Rompiendo el estigma en salud mental”. La razón de ser de esta asociación es luchar contra el estigma y la discriminación que todavía sufren las personas que conviven con un problema de salud mental en los distintos ámbitos de su vida, haciendo que, a través del activismo y de sus testimonios en primera persona, se conviertan en protagonistas del cambio.

