Es un mecanismo a través del cual un profesional de la salud y un paciente identifican, conjuntamente, actividades de la comunidad para mejorar su salud y su bienestar.
Durante el año 2023 hubo una media de 1.600 prescripciones sociales registradas y activas mensualmente en el Campo de Tarragona.
Ayer jueves, 14 de marzo, fue el Día de la Prescripción Social.
La prescripción social está cada vez más presente en la Atención Primaria del Campo de Tarragona, especialmente desde la incorporación de nuevos perfiles de profesionales: psicólogos, nutricionistas y fisioterapeutas, para impulsar y fortalecer la atención comunitaria. Profesionales de otras especialidades como trabajo social sanitario, enfermería y medicina ya hace más tiempo que utilizan este mecanismo, con el asesoramiento o siguiendo el Programa de Prescripción Social (PPS).
Enmarcado en el Plan de Salud 2021-2025, el Departamento de Salud de la Generalitat de Cataluña ha desplegado y desarrollado en el territorio nuevos programas y dispositivos asistenciales, e ha incorporado nuevos roles y perfiles profesionales, que han permitido que la atención primaria del ICS Campo de Tarragona potencie la prescripción social con el programa Prescripción Social y Salud como mecanismo para abordar el malestar emocional de las personas mediante la promoción de su participación en la comunidad para evitar el aislamiento o la soledad.
De acuerdo con el PPS, la prescripción social tiene en cuenta la perspectiva salutogénica, es decir, se centra en aquellos factores que producen salud, potencian el empoderamiento de las personas, abordan las desigualdades en salud, inciden en los determinantes sociales de la salud, y promueven la cohesión y el capital social. Además, como utiliza recursos ya existentes en la comunidad, tiene un coste muy reducido.
En el Campo de Tarragona, muchos profesionales, sobre todo trabajadores sociales, ya usan la prescripción social para pacientes de manera espontánea; pero el programa PPS pretende dotar a cualquier profesional de la atención primaria de herramientas para facilitar la prescripción social, siempre que esté indicada y pueda beneficiar al paciente de manera sistemática y evaluada. El programa tiene como objetivo disminuir el riesgo de aislamiento social de los pacientes, mejorar su salud mental positiva y la calidad de vida mediante la participación en actividades de su entorno local. Durante el año 2023 hubo una media de 1.600 prescripciones registradas y activas mensualmente.
La referente de salud comunitaria del territorio, Aida Torrents, explica que «hay diferentes tipos de prescripción social que van desde un asesoramiento o consejo de actividades comunitarias hasta una prescripción básica o derivación a un recurso más específico». Todas son de uso común y frecuente en las consultas de atención primaria, tanto de enfermería, de medicina como de cualquier otra especialidad. Torrents añade que «las dos tipologías propias del Programa de Prescripción Social —la prescripción social intermedia y la prescripción social holística o avanzada— requieren una evaluación inicial, un seguimiento y una evaluación final, para poder valorar cómo ha influenciado y beneficiado la prescripción social en el paciente».