La disponibilidad de este tratamiento de alta complejidad requiere profesionales con formación específica.
Este tratamiento se ofrece gracias a la colaboración entre el Servicio de Neurología y el Instituto de Diagnóstico por la Imagen del HJ23, y los profesionales del Servicio de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de Bellvitge.
El Hospital Universitari Joan XXIII actúa como centro primario de ictus (CPI) de la Región sanitaria del Camp de Tarragona desde el año 2006 y ofrece tratamiento con trombólisis endovenosa desde entonces. A partir de hoy, también ofrece terapia endovascular a pacientes con ictus isquémico con oclusión de gran vaso, evitando así los desplazamientos a centros terciarios ubicados en Barcelona o su área metropolitana.
La disponibilidad de este tratamiento, de alta complejidad y que requiere profesionales con una formación específica, se ha logrado gracias a la colaboración entre el Servicio de Neurología y el Instituto de Diagnóstico por la Imagen del HJ23, y la vinculación con profesionales del Servicio de Radiología Intervencionista del Hospital Universitario de Bellvitge. La terapia se iniciará de forma gradual y progresiva, siendo el HJ23 el centro de referencia para este tipo de tratamiento tanto en la Región Sanitaria del Camp de Tarragona como en la Región Sanitaria Terres de l’Ebre.
El éxito depende de muchos factores, el primer paso es la detección precoz de los signos y síntomas sugestivos de ictus y la activación rápida del circuito del Código Ictus. El conocimiento de la enfermedad ha mejorado en los últimos años gracias a campañas realizadas desde el Departamento de Salud. La alerta al sistema de emergencias (SEM) activa un circuito que se pone en marcha incluso antes de la llegada del paciente a urgencias. Cuando llega, un equipo multidisciplinario lo está esperando para ofrecerle el tratamiento de la forma más precoz posible. El tiempo es cerebro.
El ictus es la segunda causa de muerte en Cataluña y la primera causa de discapacidad permanente en adultos. Se manifiesta de forma súbita y provoca una pérdida de fuerza y/o sensibilidad de forma hemicorporal, también puede provocar dificultad para hablar y se reconoce por la desviación de la comisura labial. En los últimos años, se ha avanzado mucho en los tratamientos para reducir o eliminar la discapacidad.
Los cambios son especialmente destacables en el ictus isquémico, que supone el 80 por ciento de los casos y es consecuencia de la interrupción del flujo sanguíneo en una arteria cerebral debido a la oclusión por un coágulo (trombo). La restitución rápida del flujo sanguíneo cerebral es fundamental para minimizar la lesión y reducir las secuelas.
En el tratamiento del ictus isquémico están bien establecidas dos opciones terapéuticas, que se pueden administrar al mismo tiempo o de forma aislada, según el tipo de ictus que haya sufrido el paciente: uno de los tratamientos es la fibrinólisis endovenosa, que está muy limitada por el tiempo que transcurre desde que el paciente presenta los síntomas hasta que llega al hospital. Cuanto más tarde llega el paciente al centro, hay menos posibilidad de poder administrarlo o que disminuya su eficacia.
El otro tratamiento, que ha supuesto una revolución en el mundo del ictus, es la trombectomía mecánica, que mediante un dispositivo captura y extrae el trombo por vía endovascular. Es altamente eficaz y seguro en aquellos ictus más graves y discapacitantes, que son los producidos por oclusión de grandes vasos.
Aunque el criterio del tiempo no es tan estricto como en el tratamiento endovenoso, se debe iniciar lo más pronto posible, ya que la evidencia científica ha demostrado que un retraso en el inicio de este tratamiento supone una reducción significativa en las probabilidades de que este paciente logre ser independiente.
Estas evidencias llevaron a que, desde el Plan Director de la Enfermedad Vascular Cerebral de Cataluña (PDMVCC) del Departamento de Salud, se haya potenciado primero la creación de unidades de Ictus y Centros de Referencia de Ictus (CRI) para el tratamiento trombolítico, y posteriormente el desarrollo de Centros Terciarios de Ictus (CTI) para aplicar la trombectomía. En una tercera fase se ha promovido el trabajo conjunto entre los centros Primarios y los terciarios de Ictus con el objetivo de lograr la máxima equidad dentro del territorio en el acceso a tratamientos tan complejos como la trombectomía mecánica.