- Los dispositivos, que se utilizan de manera temporal en algunos casos muy concretos, permiten detectar arritmias graves y administrar descargas para proteger la vida de los pacientes.
El Servicio de Cardiología del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona dispone de chalecos desfibriladores —equipados con una batería recargable— que pueden utilizarse en pacientes con un alto riesgo de sufrir arritmias graves. Cuando los chalecos detectan una, pueden administrar una descarga con el objetivo de salvar la vida de los pacientes.
Durante este año, el Hospital ha utilizado dos dispositivos de este tipo en pacientes seleccionados según criterios clínicos específicos. El equipo de especialistas decide colocar este chaleco para mantener protegido al paciente durante el tiempo previo a la implantación de un desfibrilador interno definitivo.
El especialista del Servicio de Cardiología del Hospital Joan XXIII, Gabriel Martín, explica que “el chaleco detecta la frecuencia cardíaca del paciente y, a partir de una frecuencia cardíaca determinada programada, se considera una arritmia peligrosa y el chaleco debe actuar. Antes de producir una descarga, el chaleco avisa y el paciente puede detenerla si se encuentra bien; pero si el paciente está inconsciente, el chaleco efectuará la descarga”.
Este dispositivo está monitorizado y, por lo tanto, el paciente está controlado en todo momento. La información llega a los médicos especialistas del servicio: Gabriel Martín y Sandra Cabrera. “Hay que seleccionar bien a los pacientes que pueden llevar el chaleco, en función de indicadores como la edad, las comorbilidades, etc.”, explica el cardiólogo, que añade que el objetivo de esta tecnología es “que los pacientes puedan estar protegidos de las arritmias potencialmente mortales”.