Hoy martes 15 de mayo se celebra el día internacional del método canguro, también conocido como método «piel con piel». El método canguro consiste en colocar al bebé, desnudo, con un gorro y un pañal pequeño, en posición vertical de manera que el tórax del bebé quede en contacto con el de la madre. Se intenta iniciar este procedimiento lo antes posible, desde el nacimiento. Si el bebé está clínicamente estable, se puede realizar incluso si necesita soporte respiratorio, catéteres, perfusiones, sondas, etc. Se recomienda que cada «sesión» de método canguro dure, como mínimo, una hora. Cuanto más prolongado sea, mejor, siempre y cuando el bebé y la madre/padre estén cómodos y así lo deseen.
El método es sencillo, tiene poco costo económico y lo más importante, tiene numerosos beneficios tanto para los padres como para los bebés, todos ellos respaldados por evidencia científica. Las principales ventajas son: menor número de infecciones, la temperatura que mantiene el bebé es tan buena como si estuviera dentro de la incubadora, facilita la lactancia materna, disminuye los episodios de apnea y las necesidades de oxígeno, el bebé aumenta de peso, y todo esto hace que haya más estabilidad y disminuya la estancia hospitalaria. Además, favorece precozmente el vínculo entre los padres y su hijo, el conocimiento mutuo y, por tanto, aumenta la confianza y grado de competencia de los padres. Es una técnica que permite el desarrollo neurológico y emocional de los bebés inmaduros.
El método canguro surgió en Colombia en los años 70, cuando la superpoblación provocó una escasez tan importante de material y personal sanitario que hasta tres bebés prematuros debían compartir una incubadora. Para solucionar este problema, se les ocurrió utilizar a las propias madres de los bebés como incubadoras. Y así nació este método. Los resultados fueron tan buenos que hoy en día se ha convertido en la práctica habitual de las unidades neonatales en todo el mundo y es uno de los pilares fundamentales de los cuidados centrados en el desarrollo y la familia, que es la metodología de trabajo que busca alcanzar la excelencia, poniendo al bebé y su familia como centro de toda su actividad. En España, la unidad neonatal del Hospital Joan XXIII fue pionera en la aplicación del método canguro, ofreciendo este método desde 1994.