El sistema permite realizar un seguimiento personalizado y continuado de los pacientes, reduciendo la necesidad de atención hospitalaria presencial.
El Hospital Universitario Joan XXIII ha incorporado un sistema de inteligencia artificial y tecnología conversacional llamado LOLA para el seguimiento personalizado de pacientes con insuficiencia cardíaca. Esta tecnología, desarrollada por la empresa emergente española Tucuvi, realiza un contacto telefónico con los pacientes con la frecuencia que determina el equipo clínico para comprobar su estado de salud. Durante la conversación, el asistente fórmula preguntas sencillas sobre síntomas y signos de alerta de la enfermedad.
En caso de detectar signos de descompensación de insuficiencia cardíaca, se generan alertas que se estructuran de manera automática en la plataforma Tucuvi Health Manager, la cual es revisada diariamente por el equipo de enfermería del servicio. El sistema prioriza las alertas configuradas previamente y permite focalizar la atención en los pacientes con mayor riesgo de descompensación o con cambios clínicos relevantes. Si las enfermeras detectan alertas, se realiza un contacto inmediato con el paciente y se establece un plan de actuación individualizado consensuado por el equipo de especialistas de la Unidad de Insuficiencia Cardíaca, formado por Isabel Serrano, Judit Rodríguez y Germán Cediel.
El cardiólogo del equipo, Germán Cediel, explica que “se pretende detectar de forma precoz cambios en el estado clínico del paciente o señales de descompensación de insuficiencia cardíaca que permitan realizar acciones tempranas, como ajustar el tratamiento farmacológico y evitar ingresos hospitalarios o visitas a Urgencias”.
El objetivo de los seguimientos realizados con LOLA es permitir a los profesionales sanitarios lograr un mejor control de los pacientes, disminuir la necesidad de atención hospitalaria y, al mismo tiempo, optimizar los recursos, contribuyendo así a mejorar su calidad de vida. No obstante, se trata de una herramienta complementaria a la asistencia habitual, que siempre se mantiene como base de la atención médica.
Esta herramienta se encuentra en fase de implementación y, según Germán Cediel, “estamos evaluando si puede ser un instrumento de gran utilidad para la detección precoz de descompensaciones, brindar apoyo a pacientes con alto riesgo y contribuir a la optimización de los recursos sanitarios”.