A pesar de la situación actual de pandemia, no debemos olvidar los signos de alarma del Ictus y avisar lo antes posible al servicio de emergencias. ‘No bajemos la guardia’.
El Hospital Universitario Joan XXIII, en 2019, valoró 450 códigos Ictus, se realizaron 97 tratamientos trombolíticos y se derivaron 70 pacientes por tratamiento endovascular urgente (la llamada trombectomía). Estos datos convierten al Hospital Joan XXIII en el 5º centro en Cataluña de referencia de código Ictus y tratamientos trombolíticos y el primero en número de derivaciones para trombectomía.
El Ictus isquémico, que se origina por un trombo que ocluye una parte de la circulación cerebral, tiene tres tratamientos posibles: la trombolisis endovenosa, ampliamente difundida pero con un margen de tiempo muy estrecho para su aplicación de 4’5h, cosa que limita su uso; el tratamiento endovascular o trombectomía mecánica, que permite la extracción del trombo a través de un catéter; y el manejo especializado en Unidades de Ictus.
Este año 2020, en línea con los objetivos del Plan Director de MVCC del Departamento de Salud, el Servicio de Neurología del Hospital Joan XXIII de Tarragona y la Región Sanitaria, han impulsado el desarrollo del tratamiento endovascular del Ictus en la provincia de Tarragona. Este procedimiento de alta complejidad ha permitido mejorar el pronóstico de los pacientes afectados, disminuyendo de manera notable tanto la discapacidad como la mortalidad de esta enfermedad.
La creación de este equipo multidisciplinario involucra profesionales de la radiología intervencionista, enfermería especializada, anestesia y neurología, así como urgencias del HJ23 y el SEM. Gracias al trabajo en equipo entre los hospitales de Terres de l’Ebre, Camp de Tarragona y el Hospital de Bellvitge, la trombectomía mecánica ya es una realidad en el Hospital Joan XXIII de Tarragona.
Una carrera contrarreloj es vital para iniciar el tratamiento del Ictus. La trombectomía mecánica, el tratamiento más revolucionario en los últimos años, altamente efectivo para evitar secuelas graves y permanentes, se debe comenzar lo antes posible. Esto implica que los hospitales donde se realiza este tratamiento deben estar distribuidos por todo el territorio catalán, de forma equitativa, para que los pacientes puedan llegar lo antes posible.
El Ictus es una patología grave que afecta tanto a gente de edad avanzada como a gente joven, representa la segunda causa de muerte y la primera de discapacidad en nuestro entorno. Actualmente es una enfermedad tratable gracias a los adelantos de los últimos años en su manejo a las Unidades de Ictus especializadas y a los tratamientos de reperfusión urgentes.
Para poder llegar a tiempo a los hospitales designados es fundamental el reconocimiento de los síntomas del Ictus y avisar al servicio de emergencias (SEM 112) para poder activar el código Ictus. Sospecharemos un Ictus cuando una persona de repente no habla bien, se le desvía la boca y no puede mover adecuadamente el brazo y/o la pierna de un lado. El acrónimo RAPID, nos permite recordar que si se desvía la boca al Reír, no podemos levantar –Aixecar- brazo o la pierna, tenemos problemas al hablar –Parlar-, tenemos que pensar en un Ictus y tenemos que avisar deprisa –De pressa – al 112.
Para combatir el Ictus también es fundamental hacer una adecuada prevención con un control de los factores de riesgo vascular como son la hipertensión arterial, la diabetes y el colesterol y mantener un estilo de vida saludable. La dieta mediterránea junto con una actividad física moderada como un paseo de 30 minutos a 1 hora de duración ha demostrado que disminuye las probabilidades de sufrir un Ictus.
“No bajemos la guardia” es el lema del Día Mundial del Ictus pero hay que recordarlo cada día del año.