La simulación clínica es una herramienta de aprendizaje importante y su eficacia en la formación de personal sanitario está demostrada y respaldada por numerosos trabajos publicados en revistas especializadas.

Con la simulación se puede entrenar el manejo de situaciones críticas poco frecuentes y la práctica de técnicas invasivas con seguridad para el paciente y el sanitario.

El Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona celebra el primer aniversario de la Unidad de Simulación Clínica de la Fundació Hospital Joan XXIII. La Unidad tiene como objetivo la formación de personal sanitario y no sanitario en el manejo de situaciones clínicas de diferente complejidad. La creación de la Unidad se enmarcó en el proyecto impulsado en 2019 por el ICS Camp de Tarragona, junto con la Fundació Hospital Joan XXIII. Actualmente, dispone de un simulador de alta fidelidad del paciente adulto (CAE-Ares) que permite la creación de situaciones clínicas variadas de diversas complejidades para el entrenamiento del personal sanitario y no sanitario.

Durante el año (junio 2021-junio 2022), se han formado 378 alumnos en la Unidad de Simulación. Se han realizado cursos de soporte vital básico, de soporte vital avanzado para adultos, talleres de habilidades técnicas (suturas, vía aérea y canalización venosa), talleres de habilidades no técnicas, cursos de manejo de crisis en Urgencias para CUAP, cursos de manejo de crisis en anestesiología, cursos de manejo del paciente con politraumatismo, cursos de soporte vital neonatal, talleres de reparación perineal y talleres de microcirugía.

El director de la Unidad de Simulación Clínica y jefe de estudios del Hospital Universitari Joan XXIII, Cristóbal Añez, explica que «la simulación clínica es una herramienta de aprendizaje importante y su eficacia en la formación de personal sanitario está demostrada y respaldada por numerosos trabajos publicados en revistas especializadas». Con la simulación se pueden entrenar técnicas invasivas y poco frecuentes sin ningún riesgo para los pacientes y los alumnos. Permite entrenar el manejo de situaciones frecuentes y de situaciones poco frecuentes críticas que requieren una intervención compleja. Mediante la simulación clínica se pueden acortar las curvas de aprendizaje de diversas técnicas. Cristóbal Añez agrega que «también permite trabajar las competencias llamadas no técnicas como son el liderazgo, el trabajo en equipo y la comunicación entre miembros de un equipo multidisciplinario, para generar equipos de alto rendimiento».

En la actualidad se está trabajando para incorporar un simulador pediátrico de alta fidelidad para trabajar diferentes aspectos del manejo de los pacientes pediátricos.