• Los padres, madres o tutores acompañan al niño o niña hasta la inducción anestésica
  • Esta medida aporta tranquilidad en un momento d’angustia, ya que el niño o niña se siente más seguro y los padres pueden confiar más en el proceso

Cuando un niño o niña debe ser intervenido quirúrgicamente, se trata de un momento de gran carga emocional tanto para él como para su familia. Con el objetivo de hacer este proceso más respetuoso y seguro, el Hospital Joan XXIII ha puesto en marcha un protocolo de acompañamiento en quirófano.

Este protocolo permite que uno de los progenitores o tutores legales entre al quirófano y acompañe al niño o niña durante la inducción anestésica. Antes de la administración de la anestesia, el equipo quirúrgico realiza la verificación de datos con el familiar presente y explica el procedimiento que se llevará a cabo.

Cuando el niño empieza a dormirse, el padre o la madre es acompañado al área postoperatoria por un profesional del equipo.

Según destacan las familias, esta medida aporta tranquilidad en un momento de angustia, ya que el niño se siente más seguro y los padres pueden confiar más en el proceso. Al mismo tiempo, los profesionales remarcan que esta práctica contribuye a una mejor experiencia quirúrgica, con menos dolor postoperatorio y una recuperación más rápida.

Este protocolo se enmarca en el compromiso del Hospital Joan XXIII con la humanización de la asistencia y la seguridad del paciente.