Para el establecimiento de una lactancia materna exitosa es fundamental que ésta se inicie lo más temprano posible después del parto. La mejor manera de favorecer este inicio temprano de la lactancia es con el contacto piel con piel en la sala de partos.

El contacto piel con piel (CPP) de la madre con su recién nacido, inmediato e ininterrumpido después del parto, ha demostrado favorecer el vínculo madre-hijo/a y la aparición de conductas instintivas que facilitan el inicio de la lactancia materna y su mantenimiento a lo largo del tiempo.

Durante la primera hora de vida el recién nacido permanece en un estado de alerta tranquila, con los ojos bien abiertos, pendiente de lo que sucede a su alrededor. Cuando se lo coloca piel con piel, el bebé huele a su madre y la reconoce, escucha su corazón y se tranquiliza porque es lo que ha olido y sentido durante todo el período intrauterino. Entonces, pone en marcha toda una serie de reflejos (hasta veinte) para llegar hasta el pecho y succionar con la boca bien abierta, mientras mira a su madre a los ojos. Además, el contacto piel con piel mejora la adaptación del recién nacido a la vida extrauterina y ayuda a regular la temperatura corporal.

En el Hospital Joan 23 se realiza el método «piel con piel» en la sala de partos desde mayo de 1995 en los partos vaginales. Desde 2020 también se ha creado un nuevo protocolo de «cesárea amable» que aplica el método piel con piel en los partos realizados por cesárea y que actualmente está en proceso de implantación.

El método piel con piel consiste en que una vez que el bebé nace se lo coloca sobre el torso desnudo de la madre en decúbito prono, sin pañal y tapado con toallas o mantas. Todas las intervenciones (Test de Apgar) y valoraciones (tono muscular, movimientos respiratorios, color del bebé…) del recién nacido sano se realizarán sobre la madre por parte de la matrona sin separarlos en ningún momento.

Correcta colocación en el pecho.

La postura, la posición y la agarre correcto en el pecho son clave para lograr una lactancia eficaz y placentera.

• Postura: Es la forma en la que la madre se coloca para dar el pecho, hay mil posturas diferentes y todas son válidas si la mujer está cómoda. Es importante mantener el hombro recto y apoyado, puede ser de ayuda colocar cojines para favorecer el confort.

• Posición: Es la forma en la que colocamos al bebé para darle el pecho. Lo más importante es que el bebé mantenga su cuerpo alineado de manera que: oreja, hombro y cadera formen una línea recta.

• Agarrada: Es la forma en que el bebé coloca su boca para agarrarse y succionar el pecho. Es básico una buena apertura bucal para agarrar la máxima superficie de areola. El pezón debe trazar una línea recta invisible hacia la coronilla del bebé. Por otro lado, se debe mantener la direccionalidad y ángulo del pezón.

¿Cómo sabemos que la agarrada es correcta?

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Para saber que un bebé está bien agarrado debemos tener presente los siguientes puntos:

  • La madre no tiene dolor.
  • La barbilla toca el pecho y la nariz puede estar tocando o ligeramente separada.
  • Labios del bebé invertidos (hacia fuera) y boca bien abierta.
  • Más areola visible por la parte superior de la boca que por la parte inferior.
  • Cuello en ligera hiperextensión.
  • El pecho y pezón apuntan a la coronilla del bebé.
  • La oreja, el brazo y la pierna están alineados.
  • El pezón sale de la boca alargado, no se aplana después de mamar.
  • No se escucha chupeteo, solo se escucha la deglución de la leche.
  • Las mejillas se redondean al mamar y se observa el movimiento de la mandíbula.
  • La madre tiene al bebé apoyado en la parte distal del antebrazo o muñeca, sujetando el hombro o el cuello.

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