“En la primera visita se puede hacer el análisis al paciente, una ecografía de tiroides y una punción, si es necesario.”
Además, el Hospital Joan XXIII cuenta con el Comité Multidisciplinario de Cirugía Endocrina para discutir los posibles tumores de tiroides, paratiroides y glándulas suprarrenales.
El sábado 25 de mayo es el Día Mundial de la Tiroides.
La Unidad de Alta Resolución del Nódulo Tiroideo, liderada por el Servicio de Endocrinología del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, reduce el tiempo para llegar al diagnóstico y disminuye la cantidad de visitas necesarias para estudiar esta enfermedad. Las doctoras Laia Martínez y Theodora Michalopoulou lideran esta Unidad donde “en la primera visita se realiza la evaluación clínica, una ecografía de tiroides y una punción del nódulo, si es necesario”, explica Laia Martínez, la endocrinóloga que puso en marcha la Unidad. También afirma que “las endocrinólogas que trabajamos aquí tenemos la formación para interpretar las imágenes de las ecografías”. No obstante, siempre se cuenta con el apoyo de especialistas en radiología, como los que participan en el Comité Multidisciplinario de Cirugía Endocrina, que se reúne todos los miércoles.
Las especialistas de esta unidad atienden, dos días a la semana, a pacientes con sospecha de tumores de tiroides, derivados desde la atención primaria o desde otras especialidades. Si la primera visita lo requiere, las endocrinólogas realizan una punción para obtener material (células) del nódulo y poder diagnosticarlo. La decisión de hacer la punción o no depende del tamaño y características del nódulo, y de la historia clínica del paciente. En el caso de que el nódulo sea quístico, también se puede vaciar y, si reaparece, en algunas ocasiones, se puede alcoholizar; es decir, inyectar alcohol para esclerosar sus paredes y evitar que vuelva a crecer. En algunos casos, este procedimiento puede evitar la cirugía.
Laia Martínez asegura que “la incidencia de cáncer de tiroides ha aumentado en los últimos años gracias a la detección incidental de carcinomas pequeños con muy buen pronóstico, sin que se haya incrementado la mortalidad”. Por este motivo “las guías de práctica clínica recomiendan ajustar el tratamiento a las características del tumor: son más conservadoras en los tumores con mejor pronóstico, para evitar la iatrogenia, y piden un esfuerzo para identificar los tumores con mayor riesgo y poder actuar en consecuencia”, añade la especialista.
La Unidad de Alta Resolución del Nódulo Tiroideo lleva a cabo unas 180 primeras visitas y unas 400 sucesivas al año. Aproximadamente un 20 % de los casos (difíciles o candidatos a cirugía) se analizan en el Comité Multidisciplinario de Cirugía Endocrina.