La Organización Mundial de la Salud (OMS) calcula que alrededor de 71 millones de personas en todo el mundo tienen hepatitis C crónica.

«Todo el mundo debería hacerse, al menos una vez en la vida, una serología de VHC».

Este jueves, 28 de julio, se celebra el Dia Mundial de las Hepatitis Víricas.

Las hepatitis víricas más prevalentes, con potencial para provocar una enfermedad hepática crónica, son la hepatitis crónica por virus B (VHB) y la hepatitis crónica por virus C (VHC). En nuestra área geográfica, la prevalencia más alta de enfermedad hepática de origen viral es atribuible a la hepatitis C.

En el Camp de Tarragona, la Unidad de Hepatología del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, dirigida por el doctor Joan Carles Quer, lleva varios años trabajando intensamente en el desarrollo de diferentes proyectos dirigidos a mejorar la detección y la recuperación de pacientes con VHC dentro del territorio, contribuyendo así a la meta marcada de lograr eliminar la enfermedad en el año 2030. Para ello ha puesto en marcha diferentes estrategias de detección de nuevos casos y ha creado sinergias estrechas con otros dispositivos asistenciales, fundamentalmente con la atención primaria, pero también con el laboratorio de análisis clínicos, el servicio de farmacia y profesionales de otras entidades que atienden a personas con dificultades para acceder al sistema sanitario, como el centro de atención a las drogodependencias (CAS) de Tarragona y el centro de salud mental ambulatorio (CSMA) de Tarragona. Estas estrategias compartidas por profesionales diversos buscan detectar el máximo número de casos que aún permanecen ocultos, valorarlos, tratarlos y curarlos de la infección por VHC. Es muy importante acceder a estos casos ocultos antes de que el VHC pueda llegar a producir lesiones irreversibles en el hígado.

El tratamiento de la hepatitis C crónica ha sufrido un cambio revolucionario en los últimos años gracias a la aparición de los fármacos antivirales de acción directa (AAD). El objetivo es curar la infección mediante la eliminación del virus. Durante estos años han aparecido nuevas moléculas que han permitido simplificar los protocolos de tratamiento, y se han conseguido combinaciones de eficacia elevada (tasa de curación superior al 95-97%), una duración más corta de los tratamientos (8-12 semanas), administración fácil (pastillas), mejor perfil de seguridad e interacciones escasas con otros fármacos. Según datos oficiales, en los últimos seis años en Cataluña se han prescrito más de 25.000 tratamientos del VHC basados en AAD, y se ha logrado curar la enfermedad en la práctica totalidad de los casos tratados.

El jefe del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Joan XXIII, Joan Carles Quer, responde las siguientes preguntas, interesantes para entender la enfermedad:

¿La hepatitis crónica por VHC produce síntomas?

Generalmente es asintomática durante muchos años, hasta que produce lesiones graves en el hígado.

¿Cuándo debemos pensar en la posibilidad de haber tenido riesgo de contagiarnos del VHC?

Siempre que se haya tenido contacto con sustancias o material potencialmente contaminados con sangre de personas infectadas, en cualquier momento de nuestra vida.

Si padezco una hepatitis C, ¿puedo contagiarla a mis familiares o convivientes?

La infección solo se transmite mediante contacto de la sangre contaminada con la de otras personas. El contagio en el entorno de convivencia es improbable y remoto si no hay mecanismos que favorezcan el contacto sanguíneo.

Si tengo una hepatitis C, ¿desarrollaré una cirrosis al cabo de los años?

No siempre. Hay diferentes factores que pueden favorecer esta posibilidad (alcohol, exceso de peso, tiempo de evolución larga), pero, en muchos casos, las personas que diagnosticamos en este momento tienen una lesión escasa en el hígado.

Si padezco hepatitis crónica C, ¿la enfermedad se puede curar de manera espontánea?

No, una vez que la infección se vuelve crónica, solo se puede curar administrando un tratamiento.

¿La hepatitis C se puede curar?

Los tratamientos actuales logran la curación de la práctica totalidad de los casos. Son tratamientos muy simples y cómodos, de 8-12 semanas de duración, en forma de pastillas y casi sin efectos secundarios.

Si se cura la hepatitis, ¿desaparece la lesión del hígado?

Sí, en la mayoría de los casos el hígado se normaliza (siempre que no haya otros factores que favorezcan la lesión hepática, como el alcohol o la obesidad). Cuando ya se ha producido una cirrosis, esta raramente desaparece, aunque en muchos casos se estabiliza o incluso se puede mejorar.

¿Qué debo hacer si quiero hacerme una prueba para saber si tengo una infección por VHC?

Debes pedir al médico o médica de familia que solicite una determinación del anticuerpo VHC en la sangre. En el caso de que te controlen en el CAS Tarragona o en el CSMA Tarragona, desde la Unidad de Hepatología del Hospital Joan XXIII coordinamos un programa especial de detección del anticuerpo VHC en muestras de saliva, que puedes solicitar a los profesionales que te atienden en estos centros.

El especialista da dos mensajes muy importantes: «Todo el mundo debería hacerse, al menos una vez en la vida, una serología de VHC» y «Padecer una hepatitis C no debe representar un estigma, es un problema de salud que tiene solución».

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que alrededor de 71 millones de personas en todo el mundo padecen de hepatitis C crónica y que aproximadamente 400.000 personas mueren cada año a causa de esta infección, principalmente debido a cirrosis y tumores hepáticos primarios relacionados. Los avances en el tratamiento de la hepatitis C han llevado a la OMS, a través de la Asamblea Mundial de la Salud en 2016, a adoptar un plan de lucha contra esta infección, que se considera un problema de salud pública. Esta es la primera estrategia mundial del sector de la salud contra las hepatitis víricas, cuyo objetivo final es eliminar las hepatitis víricas como un problema de salud pública, con dos metas definidas: reducir la incidencia en un 90% y la mortalidad en un 65% para el año 2030.