La consulta evalúa el síndrome post cuidados intensivos en pacientes que pueden experimentar alteraciones desde el punto de vista físico, emocional y cognitivo después de su ingreso en la UCI.
Se realiza una evaluación completa del paciente en relación a su calidad de vida, autonomía, fuerza muscular, alteraciones emocionales y fragilidad.
Después de un año, más de 100 pacientes han pasado por la consulta. Más del 80% ha experimentado algún tipo de alteración y ha requerido derivación al especialista correspondiente.
Este mes de abril se cumple un año desde la apertura de la consulta externa del Servicio de Medicina Intensiva del Hospital Universitario Joan XXIII de Tarragona, tras un período de prueba piloto. Esta consulta evalúa el síndrome post cuidados intensivos o PICS (Post Intensive Care Syndrome), que es un conjunto de síntomas que pueden aparecer después de haber estado ingresado unos días en la UCI. En caso de presentarse, estos síntomas pueden ser físicos, emocionales o afectar la memoria y la atención, entre otros.
La especialista de la UCI, la médica Mònica Magret, explica que «muchos pacientes que han estado ingresados en la UCI sufren alteraciones desde el punto de vista físico, mental y cognitivo, y esta consulta tiene como objetivo estudiar su prevalencia para realizar un diagnóstico y aplicar un tratamiento».
En esta consulta, que tiene una duración de una hora y se realiza dos días a la semana (martes por la tarde y viernes por la mañana), se llevan a cabo una serie de pruebas diagnósticas (tests y exploración física) para evaluar la calidad de vida, autonomía, fuerza muscular, fragilidad, desnutrición, alteraciones cognitivas y emocionales, ansiedad, depresión y síndrome de estrés postraumático.
La especialista del Servicio de Medicina Intensiva, la médica Mari Gilavert, afirma que «este síndrome se conoce desde hace poco y la consulta ha permitido a los profesionales del servicio tomar conciencia de las secuelas de la estancia en la UCI e identificar medidas para intentar prevenirlas durante la estancia de los pacientes en el servicio». Además, «contribuye a mejorar la satisfacción del paciente, de la familia y de los propios profesionales». Una vez detectadas las secuelas, se deriva al paciente al especialista correspondiente. Dependiendo de las esferas afectadas, los pacientes pueden ser derivados al neuropsicólogo, psiquiatra o traumatólogo y rehabilitador, por ejemplo.
Después de un año, más de 100 pacientes han pasado por la consulta. Más del 80% ha experimentado algún tipo de alteración y ha requerido derivación al especialista correspondiente. El 47% de estos pacientes solo ha tenido una esfera afectada; el 39%, dos esferas, y el 12%, tres esferas. Las esferas más afectadas han sido la combinación de alteraciones físicas y cognitivas.
El equipo de Medicina Intensiva responsable de la consulta externa está formado por las médicas especialistas Sara Manrique, Mari Gilavert, Vanessa Blázquez y Mònica Magret, y por la enfermera de práctica avanzada, Diana Gil.