El ICS Camp de Tarragona celebra el Día Mundial del Riñón con el lema «Salud renal para todos», este jueves 10 de marzo.
Las enfermedades renales son la epidemia silenciosa del siglo XXI. Cada año aumenta la mortalidad y el número de personas afectadas por enfermedades renales. Uno de cada 10 adultos en el mundo sufre una enfermedad renal y la proporción en personas mayores de 65 años es de dos de cada 10. Esto supone 54.400 personas con enfermedad renal de diferentes grados en el Camp de Tarragona, lo que representa un desafío para el sistema sanitario. Además, las enfermedades renales ya se sitúan entre las 10 primeras causas de muerte en el mundo y se calcula que en unos 20 años ocuparán un lugar entre las cinco primeras causas de mortalidad.
Desde el Hospital Joan XXIII de Tarragona se facilita el diagnóstico y la atención precoz a través de las consultas «sin paciente» en comunicación con la Atención Primaria del Servicio de Nefrología. Esta modalidad de consulta facilita la accesibilidad a la consulta especializada y la rapidez de respuesta e intervención, si es necesaria. Además, favorece la coordinación entre los diferentes niveles asistenciales que atienden a la persona con enfermedad renal. Con el mismo objetivo, se ha asegurado la presencia de la consulta de nefrología en todo el territorio del Camp de Tarragona, con el Hospital Sant Joan de Reus, el Hospital Pius de Valls y el Hospital Santa Tecla y del Vendrell.
¿Por qué se llama epidemia silenciosa?
Porque la enfermedad renal da pocos síntomas, excepto en fases muy avanzadas. En general, el nivel de concienciación sobre la importancia de los riñones y las enfermedades renales es más bajo que con otros órganos como el corazón o el cerebro. Por tanto, es importante dar a conocer la enfermedad renal y cómo prevenirla. El riesgo de padecer una enfermedad renal es mayor en la población de edad avanzada, en las personas con diabetes, con hipertensión arterial, con enfermedades cardiovasculares o obesidad. Las ocho medidas más recomendadas para mantener la salud renal son:
- Mantenerse en forma y activo.
- Control regular de los niveles de glucosa en sangre.
- Control de la presión arterial.
- Comer saludablemente y mantener el peso.
- Beber líquidos saludables.
- No fumar.
- No automedicarse.
- Controlar la función renal si se tienen factores de riesgo.
Estas medidas son fundamentales en la prevención de la enfermedad renal y también para hacer el diagnóstico precoz. En las fases avanzadas de la enfermedad renal, cuando se necesita reemplazar la función de los riñones, disponemos del trasplante renal y de las diferentes modalidades de diálisis en el domicilio – diálisis peritoneal o hemodiálisis domiciliaria – o en un centro sanitario. En la consulta de enfermedad renal crónica avanzada del Servicio de Nefrología se informa de todas las opciones y se acompaña en el proceso de decisión compartida. La disponibilidad de todas las opciones, la información y la decisión compartida ayuda a que la vida de la persona con enfermedad renal cambie lo menos posible. Es importante recordar que para que la enfermedad renal crónica no cambie nuestra vida, el primer paso es llevar a cabo un estilo de vida saludable.